En el marco de la Ley Antifraude, que entró en vigor en octubre de 2021, el sistema de verificación de factura Verifactu, que supone la obligatoriedad de comunicar la factura a Hacienda justo en el momento en que se emite, entra en vigor en enero de 2026 para empresas y en julio de ese mismo año para autónomos. Se trata de un procedimiento técnico donde los programas de facturación, además de hacer la factura, deben generar un registro de facturación que tienen que comunicar a Hacienda. Eso lo hacen con el certificado digital y en la factura se imprime un código QR, que es el redireccionamiento a ese registro de facturación que está alojado en Hacienda.
Previamente, a partir del 29 de julio será obligatorio cumplir los requisitos de los programas de facturación certificados, es decir, “las empresas de informática tenemos que certificar voluntariamente que nuestro software cumple con esa ley”, explica Ángel Luis Bellón, gerente de Madinsa, compañía especializada en software para mayoristas.
En este sentido, “hemos contratado los servicios de una auditoría externa para someter nuestro programa Teragest a esa auditoría buscando conseguir un informe positivo que refuerce el cumplimiento con Ley Antifraude y Verifactu, ofreciendo mayores garantías a los usuarios de nuestro software”.
La compañía avanza que “estamos trabajando en una actualización de versión a los clientes que ya tienen Teragest, en la que adaptaremos Verifactu y los controles normativos, que les garantizarán la tranquilidad de que están cumpliendo con las exigencias legales”. Bellón incide en que “esto es muy importante, porque si Hacienda detecta que no se cumple con esta ley antifraude porque se está ocultando información o no hay la transparencia que se exige, el usuario del programa sería sancionado con 50.000 euros por ejercicio económico en el que se detecte esa poca transparencia, sanción que en el caso del fabricante del software asciende hasta 150.000 euros”.
Madinsa cuenta también con una aplicación para la autoventa, “para cubrir las necesidades de los comerciales que facturan a los detallistas en una ruta organizada”. En este caso, aportaremos una solución para que nuestra herramienta permita que, si en el momento que vas a hacer una factura no hay conexión a internet, se pueda emitir un albarán que luego el sistema, cuando estés conectado lo facture, lo que no obliga a tener el certificado instalado en la máquina porque te puedes conectar directamente al servidor”.
Esto está vinculado a “nuestro servicio Cloud que ofrecemos, como una ventaja diferencial, con garantía de transparencia”. Según detalla Bellón, “los clientes que trabajen con Teragest en sus servidores deben firmar un anexo de adhesión al software con unos requisitos. La alternativa para no asumir esa responsabilidad es trabajar con Madinsa en la nube y de esta forma cumplir con los citados requisitos”.