En las últimas semanas, numerosas entidades bancarias y organismos públicos están alertando a sus clientes y usuarios sobre una nueva oleada de phishing, o lo que es lo mismo, estafas por correo electrónico. Los ciberdelincuentes suplantan la imagen de las citadas entidades para obtener información comprometida del usuario con objeto de llevar a cabo fraudes en internet
¿Un e-mail sospechoso en tu bandeja de entrada? Cuidado! Podrías estar siendo objeto de phishing: ciberdelincuencia cuyo modus operandi es cometer estafas por correo electrónico. Para evitar graves daños económicos, se recomienda extremar las precauciones y seguir una serie de medidas preventivas que nos ayudarán a esquivar estos ciberataques.
¿En qué consiste el “phishing”?
Estas acciones consisten en el envío de correos electrónicos por parte de ciberdelincuentes que se hacen pasar por una entidad conocida (de la que a veces no eres ni cliente ni usuario), en los que te solicitan determinada información personal e incluso datos bancarios («phishing» bancario) para, según ellos, evitar bloqueos en el servicio o en las tarjetas, o incluso para permitir el abono de transferencias. De este modo, te solicitan los datos de tu tarjeta, tus claves personales para acceder al servicio de banca on-line de tu entidad o incluso tu código PIN para operar en cajeros automáticos.
El consejo de las entidades bancarias y organismos públicos para evitar este tipo de estafas por correo electrónico es que NUNCA facilites información confidencial a través de e-mail.
- Hay que desconfiar de aquellos e-mails que te solicitan información sensible, toda vez los bancos u organismos públicos nunca lo hacen. Sólo en el caso de que quieras acceder a la banca online tu banco te pedirá que introduzcas tus claves personales.
- Cuidado con los archivos adjuntos. Son una fuente común de infección de malware o software malicioso.
